La justicia argentina suspendió un proceso contra un ex marino acusado de falso testimonio, a cambio de que visite sitios donde funcionaron centros clandestinos de detención durante la última dictadura.
El juez Marcelo Martínez de Giorgi ordenó la pena con el objetivo de que el acusado "tome conocimiento" y para "contribuir a una posible reflexión sobre la crueldad e ilegalidad de la actuación de las fuerzas armadas en aquella época", indicó en el fallo.
El ex suboficial de la Armada (marina de guerra) Angel Valoy había sido encausado sin prisión preventiva en diciembre pasado tras declarar como testigo en el juicio oral por crímenes de lesa humanidad cometidos en el centro clandestino conocido como 'El Vesubio', en la periferia sudoeste.
En aquella ocasión, interrogado sobre la desaparición de su sobrina y su esposo y el hijo de ambos, Valoy dijo que había "versiones de que andaban en algo raro", además de ser reticente a responder las preguntas del tribunal.
"La respuesta brindada por el acusado ha sido doblemente agraviante por su vínculo parental con las víctimas de desaparición forzada", dijo el juez y estimó que esos términos "hablan de mecanismos de lenguaje destinados a la justificación de los crímenes aberrantes".
"Tiene un desprecio por la investigación y una minimización de lo ocurrido", consideró.
El imputado solicitó una 'probation', es decir que se suspenda el juicio a cambio de realizar tareas comunitarias en una parroquia por un año.
El magistrado aceptó el pedido pero obligando al ex marino a recorrer centros clandestinos de detención de la dictadura, muchos de ellos transformados en museos de la memoria.
Deberá visitar seis campos de exterminio de la dictadura, incluido el de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), uno de los más grandes por donde pasaron unos 5.000 detenidos desaparecidos, de los cuales sobrevivió apenas un centenar.
También deberá visitar el Monumento a las Víctimas del Terrorismo de Estado Parque de la Memoria de la capital argentina.
"No es seguro que el señor Valoy pueda incorporar la información sobre la tortura, la desaparición, el sufrimiento, la conciencia sobre lo que es debido e indebido en una sociedad democrática basada en la justicia", admitió el juez en el fallo pero entendió que será más útil que la propuesta del acusado.
El juez Marcelo Martínez de Giorgi ordenó la pena con el objetivo de que el acusado "tome conocimiento" y para "contribuir a una posible reflexión sobre la crueldad e ilegalidad de la actuación de las fuerzas armadas en aquella época", indicó en el fallo.
El ex suboficial de la Armada (marina de guerra) Angel Valoy había sido encausado sin prisión preventiva en diciembre pasado tras declarar como testigo en el juicio oral por crímenes de lesa humanidad cometidos en el centro clandestino conocido como 'El Vesubio', en la periferia sudoeste.
En aquella ocasión, interrogado sobre la desaparición de su sobrina y su esposo y el hijo de ambos, Valoy dijo que había "versiones de que andaban en algo raro", además de ser reticente a responder las preguntas del tribunal.
"La respuesta brindada por el acusado ha sido doblemente agraviante por su vínculo parental con las víctimas de desaparición forzada", dijo el juez y estimó que esos términos "hablan de mecanismos de lenguaje destinados a la justificación de los crímenes aberrantes".
"Tiene un desprecio por la investigación y una minimización de lo ocurrido", consideró.
El imputado solicitó una 'probation', es decir que se suspenda el juicio a cambio de realizar tareas comunitarias en una parroquia por un año.
El magistrado aceptó el pedido pero obligando al ex marino a recorrer centros clandestinos de detención de la dictadura, muchos de ellos transformados en museos de la memoria.
Deberá visitar seis campos de exterminio de la dictadura, incluido el de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), uno de los más grandes por donde pasaron unos 5.000 detenidos desaparecidos, de los cuales sobrevivió apenas un centenar.
También deberá visitar el Monumento a las Víctimas del Terrorismo de Estado Parque de la Memoria de la capital argentina.
"No es seguro que el señor Valoy pueda incorporar la información sobre la tortura, la desaparición, el sufrimiento, la conciencia sobre lo que es debido e indebido en una sociedad democrática basada en la justicia", admitió el juez en el fallo pero entendió que será más útil que la propuesta del acusado.
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