Marie-Monique Robin aportará su investigación sobre cómo los franceses enseñaron los métodos de tortura.
Una reconocida periodista de investigación de nacionalidad francesa será la figura de la audiencia de hoy en el juicio por crímenes de lesa humanidad que se realiza contra cuatro militares y cuatro policías.
Marie-Monique Robin está en Mendoza para dar testimonio de algo que jugará un papel crucial en los juicios por la violación de los derechos humanos en la última dictadura: probará, a partir de una investigación propia y un documental que ya se ha visto en televisión, cómo los franceses fueron los que les enseñaron a los represores argentinos los métodos de interrogación bajo torturas, los modos para quebrar humana y espiritualmente a los detenidos, y la forma de poner bajo control a cualquier sector social renegado al orden establecido.
La periodista declarará ante el Tribunal Oral Federal Nº1 y además del documental, oficiará una traductora no sólo para escuchar su testimonio sino para poder ser interrogada sobre sus conclusiones.
Escuadrones de La Muerte, La Escuela Francesa (Escadrons de La Mort: L’Ecole Française) es el material fílmico en el que la mujer plasma cómo desde 1960 los franceses entrenaron paulatinamente a las fuerzas de seguridad argentinas a partir de su experiencia en Argelia, país al que dominaron como colonia y que condujeron con brutalidad.
El filme revela que el origen de la doctrina que aplicó la dictadura argentina está en la estrategia creada por el ejército francés para sus guerras coloniales en la década del ’50 y que se utilizó en los regímenes autoritarios en Latinoamérica.
La apertura de archivos en el 2000 permitió conocer documentos del gobierno, la Cancillería y las Fuerzas Armadas francesas que confirman la tesis del documental y que hasta el concepto de subversión fue importado de Francia por oficiales que asesoraron a las Fuerzas Armadas de Argentina.
Robin ratificará una terrible paradoja del siglo XX ya vista en su documental: que los militares argentinos se formaron ideológica y operativamente en los dos países entronizados en adalides de la democracia, la república y las libertades: Estados Unidos y Francia.
La enseñanza que obtuvieron en esas naciones les permitió llevar adelante el más oscuro y sangriento período de la historia argentina del siglo pasado con unos 30.000 desaparecidos y decenas de miles de detenidos, secuestrados y torturados por su pensamiento político. Y como se jacta en el documental un alto jefe militar de los años de plomo, “haber desmantelado y aplastado a la subversión en un año y medio”. Para el tribunal, será un testimonio de gran importancia para probar el plan sistemático de secuestros, torturas y desapariciones que funcionó al margen de la ley y con la complicidad de los tribunales.
Robin quiere tomar la experiencia argentina de llevar a juicio a los responsables de las masacres.
Una reconocida periodista de investigación de nacionalidad francesa será la figura de la audiencia de hoy en el juicio por crímenes de lesa humanidad que se realiza contra cuatro militares y cuatro policías.
Marie-Monique Robin está en Mendoza para dar testimonio de algo que jugará un papel crucial en los juicios por la violación de los derechos humanos en la última dictadura: probará, a partir de una investigación propia y un documental que ya se ha visto en televisión, cómo los franceses fueron los que les enseñaron a los represores argentinos los métodos de interrogación bajo torturas, los modos para quebrar humana y espiritualmente a los detenidos, y la forma de poner bajo control a cualquier sector social renegado al orden establecido.
La periodista declarará ante el Tribunal Oral Federal Nº1 y además del documental, oficiará una traductora no sólo para escuchar su testimonio sino para poder ser interrogada sobre sus conclusiones.
Escuadrones de La Muerte, La Escuela Francesa (Escadrons de La Mort: L’Ecole Française) es el material fílmico en el que la mujer plasma cómo desde 1960 los franceses entrenaron paulatinamente a las fuerzas de seguridad argentinas a partir de su experiencia en Argelia, país al que dominaron como colonia y que condujeron con brutalidad.
El filme revela que el origen de la doctrina que aplicó la dictadura argentina está en la estrategia creada por el ejército francés para sus guerras coloniales en la década del ’50 y que se utilizó en los regímenes autoritarios en Latinoamérica.
La apertura de archivos en el 2000 permitió conocer documentos del gobierno, la Cancillería y las Fuerzas Armadas francesas que confirman la tesis del documental y que hasta el concepto de subversión fue importado de Francia por oficiales que asesoraron a las Fuerzas Armadas de Argentina.
Robin ratificará una terrible paradoja del siglo XX ya vista en su documental: que los militares argentinos se formaron ideológica y operativamente en los dos países entronizados en adalides de la democracia, la república y las libertades: Estados Unidos y Francia.
La enseñanza que obtuvieron en esas naciones les permitió llevar adelante el más oscuro y sangriento período de la historia argentina del siglo pasado con unos 30.000 desaparecidos y decenas de miles de detenidos, secuestrados y torturados por su pensamiento político. Y como se jacta en el documental un alto jefe militar de los años de plomo, “haber desmantelado y aplastado a la subversión en un año y medio”. Para el tribunal, será un testimonio de gran importancia para probar el plan sistemático de secuestros, torturas y desapariciones que funcionó al margen de la ley y con la complicidad de los tribunales.
Robin quiere tomar la experiencia argentina de llevar a juicio a los responsables de las masacres.
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