Los jueces ordenaron la detención en sus casas de los acusados en San Juan
Dos apropiadores bajo arresto
En el juicio que comenzó ayer, el ex suboficial Luis Tejada y su esposa, Raquel Quinteros, están acusados por la apropiación de Jorge Guillermo Goya. Ambos se negaron a declarar. El primer testimonio fue el de Emilio Goya, hermano de la víctima.
Por Ailín Bullentini
La primera decisión que tomó ayer el Tribunal Oral Federal de San Juan fue ordenar la detención bajo arresto domiciliario del ex suboficial de inteligencia del Ejército Luis Tejada y de su esposa, Raquel Quinteros. Lo hizo en el marco del primer juicio que se realiza en la provincia por la apropiación de un niño durante la última dictadura, en el que Tejada y Quinteros son los principales acusados. Por decisión propia, ambos callaron hasta nuevo aviso. En cambio, sí habló Emilio Goya, el hermano de la víctima, Jorge Guillermo Goya Martínez Aranda. Su testimonio fue el primero de los quince que los jueces escucharán durante las próximas tres jornadas del juicio.
Hugo Echegaray, Raúl Fourcade y Héctor Cortés, los jueces, iniciaron el proceso, ya pospuesto en dos ocasiones, con la aceptación de un pedido de la fiscalía para que se detuviera al matrimonio apropiador. “La medida fue solicitada como necesaria para asegurar la realización efectiva del juicio. El tribunal lo evaluó y dio lugar”, explicó a Página/12 el abogado Mariano Gaitán, quien junto con su colega María Inés Vedía, ambos de Abuelas de Plaza de Mayo, y los fiscales Mateo Bermejo y Dante Vega, ejercen la querella. La defensa está a cargo de Humberto Conti Pico, quien se sumó al caso el viernes último. El primer abogado que tuvo el matrimonio fue apartado de la causa por problemas de salud “aún no certificados. Se designó a un letrado oficial que fue desplazado por Conti. Se nota que no quieren abogado del Estado”, especuló el querellante.
Luego de enterarse de su detención, Tejada y Quinteros escucharon en silencio la acusación: la apropiación de Jorge Guillermo, quien recuperó su identidad en 2008, tras una profunda investigación de Emilio Goya y de Abuelas de Plaza de Mayo. Luego se abstuvieron de declarar “hasta más adelante”, según explicaron cuando los jueces intentaron interrogarlos. “Está previsto legalmente que sean suyas las últimas palabras del proceso”, añadió Gaitán.
Quien sí habló fue Emilio, hermano de Guillermo. Su declaración fue “brillante, completa y clara”, destacó Gaitán: “Dejó constancia de la búsqueda minuciosa que llevó adelante. Transmitió datos, pero también el anhelo de encontrar a su hermano, dos elementos importantes para dimensionar lo que significó para él su desaparición y la del padre, y la esperanza que siempre sintió de volver a encontrarlo”. Tras viajar a México y a España logró armar la historia de su papá, Francisco Luis Goya, un integrante de Montoneros que, tras caer preso en 1975, se exilió en Perú y luego viajó a México, donde conoció a la madre de Guillermo, María Lourdes Martínez Aranda. Después de pasar por España, ambos volvieron a la Argentina cuando la Contraofensiva, momento en el que los secuestraron. Emilio dejó al tribunal fotografías y cartas de su padre que prueban el nacimiento de su hermano en España y su regreso a la Argentina.
Los testimonios seguirán hoy, y el lunes y martes próximos. “La defensa no ofreció testigos –advirtió Gaitán–. En una estrategia extraña, adhirió a los testigos ofrecidos por la fiscalía con un documento que presentó incluso antes de que los fiscales dijeran a quiénes iba a citar.”
Dos apropiadores bajo arresto
En el juicio que comenzó ayer, el ex suboficial Luis Tejada y su esposa, Raquel Quinteros, están acusados por la apropiación de Jorge Guillermo Goya. Ambos se negaron a declarar. El primer testimonio fue el de Emilio Goya, hermano de la víctima.
Por Ailín Bullentini
La primera decisión que tomó ayer el Tribunal Oral Federal de San Juan fue ordenar la detención bajo arresto domiciliario del ex suboficial de inteligencia del Ejército Luis Tejada y de su esposa, Raquel Quinteros. Lo hizo en el marco del primer juicio que se realiza en la provincia por la apropiación de un niño durante la última dictadura, en el que Tejada y Quinteros son los principales acusados. Por decisión propia, ambos callaron hasta nuevo aviso. En cambio, sí habló Emilio Goya, el hermano de la víctima, Jorge Guillermo Goya Martínez Aranda. Su testimonio fue el primero de los quince que los jueces escucharán durante las próximas tres jornadas del juicio.
Hugo Echegaray, Raúl Fourcade y Héctor Cortés, los jueces, iniciaron el proceso, ya pospuesto en dos ocasiones, con la aceptación de un pedido de la fiscalía para que se detuviera al matrimonio apropiador. “La medida fue solicitada como necesaria para asegurar la realización efectiva del juicio. El tribunal lo evaluó y dio lugar”, explicó a Página/12 el abogado Mariano Gaitán, quien junto con su colega María Inés Vedía, ambos de Abuelas de Plaza de Mayo, y los fiscales Mateo Bermejo y Dante Vega, ejercen la querella. La defensa está a cargo de Humberto Conti Pico, quien se sumó al caso el viernes último. El primer abogado que tuvo el matrimonio fue apartado de la causa por problemas de salud “aún no certificados. Se designó a un letrado oficial que fue desplazado por Conti. Se nota que no quieren abogado del Estado”, especuló el querellante.
Luego de enterarse de su detención, Tejada y Quinteros escucharon en silencio la acusación: la apropiación de Jorge Guillermo, quien recuperó su identidad en 2008, tras una profunda investigación de Emilio Goya y de Abuelas de Plaza de Mayo. Luego se abstuvieron de declarar “hasta más adelante”, según explicaron cuando los jueces intentaron interrogarlos. “Está previsto legalmente que sean suyas las últimas palabras del proceso”, añadió Gaitán.
Quien sí habló fue Emilio, hermano de Guillermo. Su declaración fue “brillante, completa y clara”, destacó Gaitán: “Dejó constancia de la búsqueda minuciosa que llevó adelante. Transmitió datos, pero también el anhelo de encontrar a su hermano, dos elementos importantes para dimensionar lo que significó para él su desaparición y la del padre, y la esperanza que siempre sintió de volver a encontrarlo”. Tras viajar a México y a España logró armar la historia de su papá, Francisco Luis Goya, un integrante de Montoneros que, tras caer preso en 1975, se exilió en Perú y luego viajó a México, donde conoció a la madre de Guillermo, María Lourdes Martínez Aranda. Después de pasar por España, ambos volvieron a la Argentina cuando la Contraofensiva, momento en el que los secuestraron. Emilio dejó al tribunal fotografías y cartas de su padre que prueban el nacimiento de su hermano en España y su regreso a la Argentina.
Los testimonios seguirán hoy, y el lunes y martes próximos. “La defensa no ofreció testigos –advirtió Gaitán–. En una estrategia extraña, adhirió a los testigos ofrecidos por la fiscalía con un documento que presentó incluso antes de que los fiscales dijeran a quiénes iba a citar.”
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