Sin coartadas
El ex secretario de Hacienda de la última dictadura irá a juicio por coacción. Visitó a un secuestrado en la ESMA por información.
Por Adrián Pérez
Juan Alemann sufrió un revés judicial después de que la Sala II de la Cámara Nacional en lo Criminal y Correccional Federal confirmara un fallo en su contra y rechazara un planteo de nulidad sobre su procesamiento, sin prisión preventiva, en el marco de una causa por coacción. Se lo acusa de visitar en 1980 a un prisionero en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) para que le diera detalles sobre el atentado que había sufrido en noviembre de 1979, en su domicilio, mientras se desempeñaba como secretario de Hacienda. Orlando Ruiz fue trasladado, para “reunirse” con Alemann, hasta una sala de torturas y partos conocida como la Huevera, encapuchado, esposado y engrillado. El abogado querellante de la megacausa ESMA, Rodolfo Yanzón, estimó que es probable que el juicio oral se realice el próximo año.
En el fallo al que tuvo acceso Página/12, los camaristas Eduardo Farah y Martín Irurzun resaltaron que no puede obviarse que la presencia en el lugar del entonces secretario de Hacienda, y las circunstancias de modo y lugar en que se produjo la “reunión” resultaron “condicionantes en el ánimo de Orlando Ruiz” (señalado como supuesto integrante del grupo que llevó adelante el atentado), “a partir de la amenaza a su integridad corporal y a su vida”. Los camaristas confirmaron que Alemann “había brindado su acuerdo” al concurrir al centro clandestino “donde ‘entrevistara’ a la víctima, siendo el principal interesado en conocer la versión que bajo coacción se le exigía”. Yanzón afirmó, por su parte, que a Alemann “se le está imputando el hecho de ingresar a la ESMA y haber tomado contacto con Ruiz”, y que “en el marco de condiciones inhumanas en las que se encontraba se lo obligó a ofrecer información”.
El ex secretario de Hacienda está acusado del delito de coacción, que la Justicia tipifica como amenaza individualizada por el propósito del autor, que no debe hacerse únicamente para alarmar o amedrentar, sino para “obligar al sujeto activo a que actúe o no actúe o sufra algo, atacando la libertad de determinación de las personas, en el cual el sujeto activo debe actuar consciente de la exigencia, y de la voluntad contraria a la víctima, que se consuma en el momento en que el sujeto pasivo conoce la amenaza del autor”.
Asimismo, Yanzón destacó que el fallo de la Cámara Federal fue “muy importante” porque “deja bien en claro que (Juan) Alemann, como civil y secretario de Estado, formó parte de la dictadura y no sólo conocía claramente lo que estaba sucediendo, sino que también compartía la masacre que se estaba llevando adelante y fue parte de esa planificación”.
En 2005 durante una entrevista, Alemann sostuvo que “en la Argentina sólo hubo un golpe militar que no tuvo acompañamiento civil: el de junio del ’43 liderado por Juan Domingo Perón. Todos los demás tuvieron un amplísimo apoyo civil”. También reflexionó sobre la apropiación de bebés. “Eran chicos que sobraban, porque estos guerrilleros constituían parejas y mientras peleaban, tenían hijos. Pero no hubo robo de chicos. Hay que tener estómago para hacerse cargo del hijo de un guerrillero”, dijo Alemann.
Víctor Basterra, sobreviviente de la ESMA, recordó que “en un momento se cerraron las puertas y quedamos encerrados en el laboratorio. Pensamos que habían chupado gente, pero era este hijo de puta que andaba por ahí”.
El ex secretario de Hacienda de la última dictadura irá a juicio por coacción. Visitó a un secuestrado en la ESMA por información.
Por Adrián Pérez
Juan Alemann sufrió un revés judicial después de que la Sala II de la Cámara Nacional en lo Criminal y Correccional Federal confirmara un fallo en su contra y rechazara un planteo de nulidad sobre su procesamiento, sin prisión preventiva, en el marco de una causa por coacción. Se lo acusa de visitar en 1980 a un prisionero en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) para que le diera detalles sobre el atentado que había sufrido en noviembre de 1979, en su domicilio, mientras se desempeñaba como secretario de Hacienda. Orlando Ruiz fue trasladado, para “reunirse” con Alemann, hasta una sala de torturas y partos conocida como la Huevera, encapuchado, esposado y engrillado. El abogado querellante de la megacausa ESMA, Rodolfo Yanzón, estimó que es probable que el juicio oral se realice el próximo año.
En el fallo al que tuvo acceso Página/12, los camaristas Eduardo Farah y Martín Irurzun resaltaron que no puede obviarse que la presencia en el lugar del entonces secretario de Hacienda, y las circunstancias de modo y lugar en que se produjo la “reunión” resultaron “condicionantes en el ánimo de Orlando Ruiz” (señalado como supuesto integrante del grupo que llevó adelante el atentado), “a partir de la amenaza a su integridad corporal y a su vida”. Los camaristas confirmaron que Alemann “había brindado su acuerdo” al concurrir al centro clandestino “donde ‘entrevistara’ a la víctima, siendo el principal interesado en conocer la versión que bajo coacción se le exigía”. Yanzón afirmó, por su parte, que a Alemann “se le está imputando el hecho de ingresar a la ESMA y haber tomado contacto con Ruiz”, y que “en el marco de condiciones inhumanas en las que se encontraba se lo obligó a ofrecer información”.
El ex secretario de Hacienda está acusado del delito de coacción, que la Justicia tipifica como amenaza individualizada por el propósito del autor, que no debe hacerse únicamente para alarmar o amedrentar, sino para “obligar al sujeto activo a que actúe o no actúe o sufra algo, atacando la libertad de determinación de las personas, en el cual el sujeto activo debe actuar consciente de la exigencia, y de la voluntad contraria a la víctima, que se consuma en el momento en que el sujeto pasivo conoce la amenaza del autor”.
Asimismo, Yanzón destacó que el fallo de la Cámara Federal fue “muy importante” porque “deja bien en claro que (Juan) Alemann, como civil y secretario de Estado, formó parte de la dictadura y no sólo conocía claramente lo que estaba sucediendo, sino que también compartía la masacre que se estaba llevando adelante y fue parte de esa planificación”.
En 2005 durante una entrevista, Alemann sostuvo que “en la Argentina sólo hubo un golpe militar que no tuvo acompañamiento civil: el de junio del ’43 liderado por Juan Domingo Perón. Todos los demás tuvieron un amplísimo apoyo civil”. También reflexionó sobre la apropiación de bebés. “Eran chicos que sobraban, porque estos guerrilleros constituían parejas y mientras peleaban, tenían hijos. Pero no hubo robo de chicos. Hay que tener estómago para hacerse cargo del hijo de un guerrillero”, dijo Alemann.
Víctor Basterra, sobreviviente de la ESMA, recordó que “en un momento se cerraron las puertas y quedamos encerrados en el laboratorio. Pensamos que habían chupado gente, pero era este hijo de puta que andaba por ahí”.
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