Comenzarán a desfilar los testigos de cada caso. Declara el hijo del poeta asesinado en junio de 1976.
DANIEL CALIVARES
Una nueva jornada del juicio por delitos de lesa humanidad comenzará, pero esta será diferente al resto, ya que, a partir de hoy, dejarán de declarar los testigos generales, salvo algunos pocos que quedan, y comenzarán a desfilar los testigos particulares de cada causa. La primera en analizarse será la muerte de Francisco Paco Urondo y la desaparición de su pareja, Alicia Raboy, hecho que se produjo en Guaymallén en junio de 1976 y que tiene a varios acusados.
LA CAUSA. El homicidio de Urondo ocurrió el 17 de junio de 1976. Escritor y militante montonero, Urondo había sido trasladado a Mendoza poco tiempo antes y, en el momento de la emboscada, se dirigía junto a Alicia Raboy, la hija de ambos, que tenía casi un año de vida, y otra mujer, René Ahualli, quien fue la única que pudo huir de la escena de los hechos. Según lo que consta en la causa, las cuatro personas fueron perseguidas por un Peugeot 504, con cuyos ocupantes intercambiaron disparos, hasta llegar a la esquina de Tucumán y Remedios de Escalada, en Dorrego.
En ese lugar, Ahualli y Raboy, con su hija Ángela en brazos, intentaron escapar, pero sólo la primera lo logró. Según explicó la semana pasada Hugo Canela, quien tenía un corralón en la zona, Raboy fue hasta el negocio perseguida por cuatro hombres y, antes de subir a una habitación, le dio la bebé al hermano de Canela. A los pocos minutos fue atrapada y bajada a los golpes. Esa fue la última vez que se la vio viva, ya que las fuerzas de seguridad la desaparecieron.
En tanto, Urondo, fue asesinado en la calle. Según el informe forense, la causa fue una herida en la cabeza. Esta habría sido causada por uno de los acusados del juicio, Celustiano Lucero, que en ese momento era parte de la Policía de Mendoza. Por la muerte de Urondo están en el banco de los acusados Lucero y Luis Rodríguez. En tanto, por la muerte del poeta y, además, por el secuestro de Raboy, se encuentran acusados Tamer Yapur, Juan Agustín Oyarzábal y Eduardo Smaha.
EL TESTIGO. Para esta causa, el primer testigo en pasar por la sala de debates será Javier Urondo, uno de los hijos del escritor. Según explicaron desde el Tribunal, la idea no era comenzar con la causa Urondo, pero, por un pedido de la querella, que argumentó que Urondo viajaba a Mendoza esta semana y que, luego, por cuestiones laborales, se le complicaría repetir el viaje, los jueces aceptaron que fuese hoy el día de su testimonio.
JUEVES.Mañana el debate seguirá con la causa Morgante. Esta era justamente la causa con la que se pensaba iniciar el debate, pero, al aparecer el pedido por Urondo, se decidió postergarla para mañana. La causa es por el secuestro de Gerónimo Morgante, quien era subsecretario de Agricultura hasta que el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, cuando las fuerzas armadas tomaron el poder y arrestaron a todas las autoridades de los gobiernos provinciales.
Antes de ocupar el cargo de subsecretario de Agricultura, Morgante había tenido el mismo cargo en Economía, entre mayo de 1973 y junio de 1974, cuando gobernaba Horacio Martínez Baca, quien también fue detenido tras el golpe de Estado. Además, fue diputado nacional y uno de los fundadores del Partido Auténtico. Según consta en los expedientes, Morgante fue detenido el 30 de marzo de 1976 por personal de la policía que se encontraba cumpliendo sus tareas en la Casa de Gobierno.
Una vez secuestrado, Morgante fue trasladado al D2, y luego a la Penitenciaría provincial. Sin embargo, allí no terminó su pesar, ya que fue nuevamente trasladado, pero a la Unidad 9 de La Plata, junto a un centenar de detenidos políticos, para luego recalar otra vez en Boulogne Sur Mer, de donde fue liberado el 2 de junio de 1978, a pesar de que existía un decreto del Poder Ejecutivo que disponía el cese de su arresto a partir del 13 junio de 1977.
El único acusado en su causa es el ex interventor Tamer Yapur, quien figura en la mayoría de las causas. Yapur estuvo detenido por unos días en la unidad penitenciaria de San Felipe, aunque el alojamiento duró sólo unos días, ya que el Tribunal tuvo que autorizar su arresto domiciliario por razones de salud. De hecho, la semana pasada tampoco estuvo en el debate. Según fuentes de la Justicia federal, en los últimos días habría existido una mejora, por lo que argumentaron que la idea es cuidar que no les ocurra nada a ninguno de los acusados, ya que todos ellos presentan edades avanzadas.
Por la misma causa Morgante, se espera que la semana que viene declare el periodista Rafael Morán, quien también estuvo detenido durante el Proceso. En tanto, otros testigos, los últimos que servirán para contextualizar lo que ocurrió durante la dictadura, declararán en febrero, entre ellos se encuentran Daniel Rabanal y la periodista e historiadora francesa Marie-Monique Robin, quien describirá cómo la llamada “escuela francesa” influyó en la dictadura argentina.
DANIEL CALIVARES
Una nueva jornada del juicio por delitos de lesa humanidad comenzará, pero esta será diferente al resto, ya que, a partir de hoy, dejarán de declarar los testigos generales, salvo algunos pocos que quedan, y comenzarán a desfilar los testigos particulares de cada causa. La primera en analizarse será la muerte de Francisco Paco Urondo y la desaparición de su pareja, Alicia Raboy, hecho que se produjo en Guaymallén en junio de 1976 y que tiene a varios acusados.
LA CAUSA. El homicidio de Urondo ocurrió el 17 de junio de 1976. Escritor y militante montonero, Urondo había sido trasladado a Mendoza poco tiempo antes y, en el momento de la emboscada, se dirigía junto a Alicia Raboy, la hija de ambos, que tenía casi un año de vida, y otra mujer, René Ahualli, quien fue la única que pudo huir de la escena de los hechos. Según lo que consta en la causa, las cuatro personas fueron perseguidas por un Peugeot 504, con cuyos ocupantes intercambiaron disparos, hasta llegar a la esquina de Tucumán y Remedios de Escalada, en Dorrego.
En ese lugar, Ahualli y Raboy, con su hija Ángela en brazos, intentaron escapar, pero sólo la primera lo logró. Según explicó la semana pasada Hugo Canela, quien tenía un corralón en la zona, Raboy fue hasta el negocio perseguida por cuatro hombres y, antes de subir a una habitación, le dio la bebé al hermano de Canela. A los pocos minutos fue atrapada y bajada a los golpes. Esa fue la última vez que se la vio viva, ya que las fuerzas de seguridad la desaparecieron.
En tanto, Urondo, fue asesinado en la calle. Según el informe forense, la causa fue una herida en la cabeza. Esta habría sido causada por uno de los acusados del juicio, Celustiano Lucero, que en ese momento era parte de la Policía de Mendoza. Por la muerte de Urondo están en el banco de los acusados Lucero y Luis Rodríguez. En tanto, por la muerte del poeta y, además, por el secuestro de Raboy, se encuentran acusados Tamer Yapur, Juan Agustín Oyarzábal y Eduardo Smaha.
EL TESTIGO. Para esta causa, el primer testigo en pasar por la sala de debates será Javier Urondo, uno de los hijos del escritor. Según explicaron desde el Tribunal, la idea no era comenzar con la causa Urondo, pero, por un pedido de la querella, que argumentó que Urondo viajaba a Mendoza esta semana y que, luego, por cuestiones laborales, se le complicaría repetir el viaje, los jueces aceptaron que fuese hoy el día de su testimonio.
JUEVES.Mañana el debate seguirá con la causa Morgante. Esta era justamente la causa con la que se pensaba iniciar el debate, pero, al aparecer el pedido por Urondo, se decidió postergarla para mañana. La causa es por el secuestro de Gerónimo Morgante, quien era subsecretario de Agricultura hasta que el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, cuando las fuerzas armadas tomaron el poder y arrestaron a todas las autoridades de los gobiernos provinciales.
Antes de ocupar el cargo de subsecretario de Agricultura, Morgante había tenido el mismo cargo en Economía, entre mayo de 1973 y junio de 1974, cuando gobernaba Horacio Martínez Baca, quien también fue detenido tras el golpe de Estado. Además, fue diputado nacional y uno de los fundadores del Partido Auténtico. Según consta en los expedientes, Morgante fue detenido el 30 de marzo de 1976 por personal de la policía que se encontraba cumpliendo sus tareas en la Casa de Gobierno.
Una vez secuestrado, Morgante fue trasladado al D2, y luego a la Penitenciaría provincial. Sin embargo, allí no terminó su pesar, ya que fue nuevamente trasladado, pero a la Unidad 9 de La Plata, junto a un centenar de detenidos políticos, para luego recalar otra vez en Boulogne Sur Mer, de donde fue liberado el 2 de junio de 1978, a pesar de que existía un decreto del Poder Ejecutivo que disponía el cese de su arresto a partir del 13 junio de 1977.
El único acusado en su causa es el ex interventor Tamer Yapur, quien figura en la mayoría de las causas. Yapur estuvo detenido por unos días en la unidad penitenciaria de San Felipe, aunque el alojamiento duró sólo unos días, ya que el Tribunal tuvo que autorizar su arresto domiciliario por razones de salud. De hecho, la semana pasada tampoco estuvo en el debate. Según fuentes de la Justicia federal, en los últimos días habría existido una mejora, por lo que argumentaron que la idea es cuidar que no les ocurra nada a ninguno de los acusados, ya que todos ellos presentan edades avanzadas.
Por la misma causa Morgante, se espera que la semana que viene declare el periodista Rafael Morán, quien también estuvo detenido durante el Proceso. En tanto, otros testigos, los últimos que servirán para contextualizar lo que ocurrió durante la dictadura, declararán en febrero, entre ellos se encuentran Daniel Rabanal y la periodista e historiadora francesa Marie-Monique Robin, quien describirá cómo la llamada “escuela francesa” influyó en la dictadura argentina.
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