Se trata del asesinato de Florencia Villagra, de 19 años, y la desaparición de Gustavo Cabezas, de 17.Cinco conscriptos que participaron de un operativo producido en la madrugada del 10 de mayo de 1976 en la plaza 9 de julio permitió la detención del Coronel Carlos Macedra, por aquel entonces teniente primero al mando de una patrulla militar. Ese día tres jóvenes militantes de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES), Florencia Villagra, Gustavo Cabezas y José Carballo se encontraban repartiendo volantes contra el golpe militar cuando fueron rodeados por los efectivos militares. Carballo logró escapar, Cabezas fue golpeado en la cabeza con un arma de puño por Macedra y subido al camión militar, lo que posibilitó que Florencia Villagra saliera corriendo, el militar tiró dos tiros al aire y después apuntó a la espalda de la joven, que murió a causa de los disparos.
Gustavo Cabezas se supone que fue trasladado a Campo de Mayo, y permanece desde entonces en calidad de desaparecido.
La madre del joven militante peronista, Telma Jara de Cabezas, comenzó la tarea de búsqueda por los carriles habituales en aquellos años, hasta que fue detenida el 30 de abril de 1979 por un Grupo de Tareas de la Armada, llevada a la Esma, donde fue torturada por el marino Ricardo Cavallo, y obligada a montar una campaña de desinformación a través de un reportaje en la revista Para Ti (Habla la madre de un subversivo muerto). .
Los cinco conscriptos realizaron una huelga de hambre para que no sean obligados a participar de operativos, y 35 años después declararon en el juicio, con conceptos tan contundentes que Macedra se negó a declarar, y espera la consumación del juicio en el penal de Marcos Paz.
Telma Jara, ya fallecida, inició una causa contra la editorial Atlántida en 1984, que resulta clave en la prosecución de juicios sobre la participación civil en crímenes de lesa humanidad.
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