Un nuevo paso para el esclarecimiento de los crímenes cometidos por el terrorismo de Estado se dio ayer cuando la Fiscalía Federal de La Rioja reveló que la cárcel de esa capital, conocida durante años como Instituto de Rehabilitación Social (IRS), había funcionado como un centro clandestino de detención que operó en el área represiva 314. Según el informe judicial, el IRS fue “por excelencia el lugar de reunión de detenidos en diferentes situaciones, sin perjuicio de que hayan existido otros sitios en los que se detenía y se torturaba a personas, como las comisarías regionales, el Batallón 141, el Escuadrón 24 de Gendarmería Nacional (en Chilecito) o la Base Aérea Celpa (en Chamical)”.
Illanes determinó, además, que los interrogatorios “eran dirigidos y llevados a cabo por personal de Gendarmería Nacional, la policía provincial, la Policía Federal y el Ejército, (con quienes) colaboraba personal del propio IRS”. En los próximos días se espera que el juez federal Daniel Herrera Piedrabuena tome declaración a Roberto Catalán, quien se desempeñó como juez federal en La Rioja durante la dictadura.
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