Villarán, Susana. Operación Cóndor: La conexión peruana
Nunca como ahora, a partir del fallo de
Comprobamos finalmente que la justicia también se globaliza, que los crímenes contra la humanidad no siempre quedan impunes y que, independientemente de la suerte que correrá Pinochet, siempre habrá un antes y un después del 25 de noviembre.
Los crímenes de lesa humanidad, como sostuvo en su auto acusatorio el juez español Baltazar Garzón, "son imprescriptibles, sus responsables no disfrutan de inmunidad diplomática ni pueden obtener estatuto de refugiado ni asilo político, y todos los Estados del mundo están obligados a perseguirles y a colaborar en la persecución que de tales crímenes hagan otros Estados". Amparándose en la legislación española y en las convenciones contra el genocidio y contra la tortura, entre otros instrumentos internacionales, el juez español ordenó prisión incondicional para el dictador chileno. Pinochet, según sostiene el magistrado, cometió, en sus largos diecisiete años de control ilegal y férreo del poder, una serie de crímenes y actividades delictivas no sólo en Chile; sino que, en el marco de la "Operación Cóndor", alargó el oscuro brazo del crimen a otros países –entre ellos a España–, para lo que coordinó activamente con dictadores de países como
El Perú no fue ajeno a estas actividades criminales, como lo prueban las investigaciones periodísticas de Edmundo Cruz. Destacado periodista de investigación en el Perú, Cruz ha dedicado gran parte de su vida profesional a desentrañar muchos "misterios" que están en el corazón de graves violaciones de los derechos humanos en nuestro país. Su nombre estará permanentemente asociado a la investigación sobre el crimen de
Estás investigando hace ya tiempo lo relacionado con la "Operación Cóndor". ¿Pensaste alguna vez que el asunto iba a llegar tan lejos y que, vinculado a este sórdido acuerdo entre dictadores, el propio Pinochet caería en manos de la justicia?
Me parece algo increíble; estaba pensando el otro día que el año 1994 estuve a punto de entrevistar a Pinochet en Santiago, pero mi salida de la revista Sí imposibilitó esa entrevista. Fui acumulando material, y alguna vez en los últimos años llegué a pensar que era material perdido; los últimos hechos me han demostrado lo contrario.
¿Qué tenemos que ver los peruanos con la "Operación Cóndor"?
Tenemos que ver, y bastante. En un primer momento da la impresión de que el Perú estuviera al margen de la "Operación Cóndor", porque este fue un acuerdo de fines del año 75 entre
MORIR EN MADRID
Háblanos del caso Molfino...
La señora Noemí Esther Gianotti de Molfino fue una viuda de nacionalidad argentina, madre de seis hijos, cuatro de ellos involucrados en la actividad política. Una de sus hijas desapareció con su esposo, quien era dirigente de la juventud montonera, y dos de sus nietos también desaparecieron. Otra de sus hijas estaba exiliada en París por razones políticas. Su hijo mayor, Alejandro, estaba preso y no salió hasta que cayó el gobierno militar. Ella vino acá al Perú en 1980 con su hijo menor, Gustavo, a solicitar solidaridad con su drama personal. Buscaba apoyo para que aparecieran su hija, su yerno, sus nietos. Los nietos –dicho sea de paso– aparecieron tres años después (o sea que vivieron tres años en manos de los secuestradores).
¿Qué pasó acá en Lima?
Los hechos se precipitaron en junio del año 80, en vísperas de la transmisión del mando de Morales Bermúdez a Belaunde, para la que se anunciaba la presencia del general Videla. Coincidió el hecho de que la policía política argentina detuvo en Buenos Aires a un joven metalúrgico de apellido Frías y con él descubrió información sobre una reunión que iba a realizar la dirección montonera acá en Lima en el mes de junio. La hipótesis de la policía argentina era que en esa reunión se prepararía un atentado contra Videla. Recordemos que era el momento en que el combate entre la dictadura argentina y el grupo montonero estaba en su punto más alto, y se tenía la información de que acá estaría un dirigente que era el número tres en la estructura montonera, Perdía. Efectivamente, aquí estuvo, y también estuvieron, según la policía argentina, quince dirigentes montoneros más. Cuando estos dirigentes vinieron, la señora Molfino, naturalmente, los apoyó y alojó.
¿Cómo fue el operativo de secuestro?
La policía argentina usó a Frías como anzuelo para capturar a miembros del grupo montonero. Lo tuvieron alojado en Lima, en el Círculo Militar y, en medio de muchas peripecias –que relato en mis notas aparecidas en el diario
¿Cómo es que la señora Gianotti de Molfino aparece muerta en Madrid?
La señora Molfino es entregada en la frontera de Bolivia junto con otros dos, con Raverta y con Ramírez.
¿Los entregan a militares argentinos o bolivianos?
Los entregan precisamente a García Meza, quien después daría un golpe contra la presidenta de ese entonces, Lidia Gheiler. Hay un documento de recibo, como si se tratase de una operación monetaria.
¿Qué militares peruanos están implicados en el proceso que ha abierto el juez Garzón?
En el caso de los montoneros actuó un grupo operativo de ocho argentinos que vinieron especialmente a Lima. Ellos intervinieron acá con autorización y con el apoyo de dos grupos operativos peruanos. Nosotros en
¿Y los responsables políticos?
En ese momento era Presidente de
¿Qué reflexión te merece lo que está sucediendo?
Uno publica lo que puede probar, como es lo relacionado con la "Operación Cóndor" en el Perú. Yo no puedo publicar todo lo que sé, pero estoy seguro de que la mayor cantidad de estas violaciones están por descubrirse. No tengo reparo en decirlo; lo digo con conciencia y con responsabilidad: advierto una conducta perversa en las autoridades, porque tratan de encubrir, de no dejar rastro de todas estas acciones. Pero algún día se conocerán. Es la constatación de un reportero que está metido en estos asuntos y sabe que hay muchos testigos que van decidiéndose a hablar. Con lo que sucede con Pinochet ahora, pero también en los últimos años en
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