Julio Suárez, de 53 años, relató ante el tribunal del juicio que cumplió con el servicio militar obligatorio en el Batallón de Comunicaciones 141, dependiente del Tercer Cuerpo del Ejército, y que fue testigo de parte del "horror" que se vivía en ’La Perla ’, uno de los centros militares de detención clandestina.
El testigo realizó la ’colimba’ entre 1975 y 1976, y estando en esa unidad vio en una oportunidad que uno de los camiones Mercedes Benz, o ’Menéndez Benz’, que era utilizado únicamente por oficiales y suboficiales, llegó a la dependencia "todo ensangrentado en la parte de la caja, con restos humanos y pelos". Estos camiones, según el testimonio de las víctimas de los secuestros, se los conocía como el "camión del horror y el camión de la muerte", porque cada vez que aparecía "anunciaba que alguien iba a ser cargado para luego fusilarlo", había manifestado una de las sobrevivientes, Teresa Meschiati.
Suárez, quien sobrevivió a un "ataque de guerrilleros" cuando se transportaba en un camión junto a un cabo y otro soldado, el suboficial fue muerto de dos balazos en la cabeza por los atacantes, fue "alojado en una celda militar en calidad de incomunicado", porque lo responsabilizaban del incidente.
A raíz de este hecho fue llevado "vendado" a los ’campos de concentración" deLa Perla y Campos de la Rivera para que observara a personas secuestradas e identificara si entre ellos a los posibles atacantes. "No identifiqué a nadie", manifestó Suárez y detalló que la mayoría de las personas que le mostraron estaban "desnudas, tanto hombre como mujeres atadas de pies y manos, muy golpeadas y con signos de trato violento".
También recordó que en una patrulla fue llevado como chofer de un camión ’unimog’ y fue partícipe de otro incidente fatal, el cual ocurrió en la capital cordobesa cuando un automóvil Falcon se escapó al verlos, situación que motivó la inmediata reacción de los militares y comenzaron a dispararle hasta que el auto se estrelló contra un poste. "Eran dos chicos hijos de un oficial dela Fuerza Aérea que le habían sacado el auto al padre, y por temor a que le pidan documentos se escaparon. Luego me enteré que murieron, pero desconozco las circunstancias", agregó el ex soldado, quien además dijo que a cargo del Batallón estaban un teniente coronel Anadón y un mayo de apellido Stromberg.
Luego testimonió Soledad Beatriz Chávez, hija de una de las víctimas asesinadas de esta causa denominada ’Brandalisis’, Hilda Flora Palacios. La testigo tenía un año y dos meses cuando su madre fue secuestrada junto a otras dos personas, Ofelia del Valle Juncos y Víctor Olmos, el 6 de noviembre de 1977.
Ella y su hermana Valeria de tres años fueron entregados después a sus abuelos paternos. Los restos óseos de la madre de la mujer de 33 años le fueron entregados luego de una exhumación en una fosa común en el cementerio San Vicente, en el 2003, y tras los resultados de la contrastación de muestras de ADN. "Fue una búsqueda incesante, no saber de dónde venís, quién te engendró. Es un vacío de vida que se siente al saber que mi madre es una foto con un número (fecha de nacimiento) en un afiche, es algo atemporal y sin vida, que nunca envejece", manifestó emocionada y con lágrimas la mujer al ser preguntada por la querella el cómo vivió la ausencia de su progenitora.
Finalmente dijo que sintió el "horror en vivo y en directo" cuando le fueron entregados los "huesos fragmentados: eso no puede ser una madre, nadie puede hacerle eso a una madre, pero con esos restos pude tener una conexión materna y saber que no he nacido de la nada", concluyó. Luego de un cuarto intermedio dispuesto a las 12.50, los testimonios se reanudarán a las 15. Además de Menéndez, en esta causa se encuentran imputados los militares retirados Hermes Oscar Rodríguez; Jorge Ezequiel Acosta; Luis Alberto Manzanelli; Carlos Alberto Vega; Carlos Alberto Díaz; Oreste Valentín Padován y Ricardo Alberto Ramón Lardone. Los imputados están acusados de los delitos de privación ilegitima de la libertad, tormentos agravados y homicidio agravado por el secuestro, tortura y asesinato de Humberto Horacio Brandalisis, Hilda Flora Palacios, Carlos Enrique Lajas y Raúl Osvaldo Cardozo, hechos ocurrido el 15 de diciembre de 1977.
El testigo realizó la ’colimba’ entre 1975 y 1976, y estando en esa unidad vio en una oportunidad que uno de los camiones Mercedes Benz, o ’Menéndez Benz’, que era utilizado únicamente por oficiales y suboficiales, llegó a la dependencia "todo ensangrentado en la parte de la caja, con restos humanos y pelos". Estos camiones, según el testimonio de las víctimas de los secuestros, se los conocía como el "camión del horror y el camión de la muerte", porque cada vez que aparecía "anunciaba que alguien iba a ser cargado para luego fusilarlo", había manifestado una de las sobrevivientes, Teresa Meschiati.
Suárez, quien sobrevivió a un "ataque de guerrilleros" cuando se transportaba en un camión junto a un cabo y otro soldado, el suboficial fue muerto de dos balazos en la cabeza por los atacantes, fue "alojado en una celda militar en calidad de incomunicado", porque lo responsabilizaban del incidente.
A raíz de este hecho fue llevado "vendado" a los ’campos de concentración" de
También recordó que en una patrulla fue llevado como chofer de un camión ’unimog’ y fue partícipe de otro incidente fatal, el cual ocurrió en la capital cordobesa cuando un automóvil Falcon se escapó al verlos, situación que motivó la inmediata reacción de los militares y comenzaron a dispararle hasta que el auto se estrelló contra un poste. "Eran dos chicos hijos de un oficial de
Luego testimonió Soledad Beatriz Chávez, hija de una de las víctimas asesinadas de esta causa denominada ’Brandalisis’, Hilda Flora Palacios. La testigo tenía un año y dos meses cuando su madre fue secuestrada junto a otras dos personas, Ofelia del Valle Juncos y Víctor Olmos, el 6 de noviembre de 1977.
Ella y su hermana Valeria de tres años fueron entregados después a sus abuelos paternos. Los restos óseos de la madre de la mujer de 33 años le fueron entregados luego de una exhumación en una fosa común en el cementerio San Vicente, en el 2003, y tras los resultados de la contrastación de muestras de ADN. "Fue una búsqueda incesante, no saber de dónde venís, quién te engendró. Es un vacío de vida que se siente al saber que mi madre es una foto con un número (fecha de nacimiento) en un afiche, es algo atemporal y sin vida, que nunca envejece", manifestó emocionada y con lágrimas la mujer al ser preguntada por la querella el cómo vivió la ausencia de su progenitora.
Finalmente dijo que sintió el "horror en vivo y en directo" cuando le fueron entregados los "huesos fragmentados: eso no puede ser una madre, nadie puede hacerle eso a una madre, pero con esos restos pude tener una conexión materna y saber que no he nacido de la nada", concluyó. Luego de un cuarto intermedio dispuesto a las 12.50, los testimonios se reanudarán a las 15. Además de Menéndez, en esta causa se encuentran imputados los militares retirados Hermes Oscar Rodríguez; Jorge Ezequiel Acosta; Luis Alberto Manzanelli; Carlos Alberto Vega; Carlos Alberto Díaz; Oreste Valentín Padován y Ricardo Alberto Ramón Lardone. Los imputados están acusados de los delitos de privación ilegitima de la libertad, tormentos agravados y homicidio agravado por el secuestro, tortura y asesinato de Humberto Horacio Brandalisis, Hilda Flora Palacios, Carlos Enrique Lajas y Raúl Osvaldo Cardozo, hechos ocurrido el 15 de diciembre de 1977.
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